sexta-feira, 12 de dezembro de 2014

Acerca de “sanar” a otros

Creemos que el don de la sanación es lo mejor que podemos dar a quien la necesita, y lo es; siempre que la quiera y esté preparado para ella.  Pero a menudo vemos y nos damos cuenta de la necesidad de sanación en otros – especialmente quienes somos intensamente empáticos – y asumimos automáticamente que quieren ser sanados.  De modo que los bañamos en nuestra luz sanadora, y descubrimos que nos rechazan a todo nivel. ¿Por qué?  Porque antes de brindar sanación a quien creemos que la necesita, debemos preguntar primero qué quieren, ya que – por más que suene a blasfemia – no todos quieren ser sanados ni recibir sanación, y lucharán con todo lo que disponen si uno trata de darles una sanación para la que no están preparados.
Por más que, con la mejor intención, brindemos sanación a quien sabemos que sufre, que está lastimado, y cuya vida está limitada por la presencia del miedo y el dolor,  dar a alguien una sanación que no han pedido, no quieren, y para la que no están preparados, equivale a arrogancia espiritual y manipulación energética.  Sí, incluso cuando sabes que están tirados en el piso, si tratas de levantarlos antes que estén listos para levantarse, apartarán tu mano de un golpe y te dirán que los dejes tranquilos.  ¿Por qué?
Porque no es que tengan miedo de la sanación, sino de lo que sucederá una vez que estén sanados.  Se sienten más poderosos en su estado no sanado, que es su zona de comodidad,  que si los sanan, cosa que no sólo es su zona de incomodidad sino totalmente desacostumbrado y aterrador.  Algunos obtienen poder de su dolor, aun cuando no tenga sentido para ti, y se arraigan a través del dolor y el caos con que eligieron vivir.  Si tratas de cambiar eso, se sentirán perdidos,  desarraigados, confundidos, en territorio no familiar y aterrador.  Para que alguien pueda aceptar la sanación, primero necesita encontrar una nueva fuente de empoderamiento para reemplazar la que está usando, llena de dolor. Aun si no le trae paz y alegría, sigue siendo lo que le da comodidad y no lo abandonará hasta que esté dispuesto.
No necesita ser lógico ni tener sentido: es parte de la aceptación y el no juzgar, que debemos estar dispuestos a brindar a los demás a medida que completamos nuestro propio viaje de sanación. Una de las razones por las que queremos que algunas personas se sanen involucra nuestro propio karma, y creemos que sanarlos nos permite cerrarlo y luego avanzar, libres de karma.  Pero ésa es nuestra agenda, armada sobre diversos supuestos falsos:
  • que todos necesitan tener una sanación y un cierre de cierto modo específico para que se acabe el karma,
  • que nosotros somos responsables por la sanación del otro,
  • que sólo por saber que alguien está dolorido asumimos que quiere ser sanado,
  • que yo debo sanarlo y que ésa es la razón de estar en su camino, y
  • que todo socio kármico debe ser sanado de la misma manera para que suceda un cierre del karma.
¿Estamos preparados para soltar nuestra necesidad de sanar y permitir que cada uno sane a su debido momento, a su propio ritmo, y cuando esté preparado?  ¿Podemos ser Faros de Luz y hacer brillar nuestro potencial sanador sobre el sendero de la humanidad para que puedan verlo cuando estén listos? ¿O seguiremos siendo Trabajadores de Luz, luchando para sanar a un mundo, a través de la presencia continua de nuestro propio miedo al karma, ofreciendo sanación  a personas que sabemos que pueden necesitarla pero no la quieren o no están listas para ella?  Es hora de dejar al karma como cosa del pasado al que pertenece, y allanar el sendero sano e íntegro hacia los nuevos paradigmas a los que todos tienen acceso, cuando están listos para sanar, siendo un ejemplo de vida alegre, llena de júbilo, sana e íntegra, para que ellos puedan elegir por sí mismos, cuando estén listos para empoderarse con una nueva forma de ser que esté libre de karma y dolor.
Jennifer Hoffman
http://abrazarlavida.com.ar/acerca-de-sanar-a-otros/

terça-feira, 9 de dezembro de 2014

A Mente e seu poder criativo - UCEM

“Todos experimentam medo. No entanto, seria preciso um pequeno pensamento certo para reconhecerem porque o medo ocorre. 

Poucos apreciam o poder real da mente, e ninguém permanece plenamente ciente dele o tempo todo. Porém, se esperas poupar-te do medo, existem certas coisas que tens que reconhecer e reconhecer plenamente. 

A mente é muito poderosa e nunca perde a sua força criativa. Ela nunca dorme. A cada instante, está criando. 

É duro reconhecer que o pensamento e a crença se combinam em uma onda de poder que pode literalmente mover montanhas. 

À primeira vista parece que acreditar em tal poder acerca de ti mesmo é arrogância, mas não é essa a razão real pela qual não acreditas nisso. Preferes acreditar que os teus pensamentos não podem exercer influência real porque, de fato, tens medo deles. 

Isso pode diminuir a tua consciência em relação à culpa, mas ao custo de perceberes a mente como impotente. 

Se acreditas que o que pensas não tem efeito, podes deixar de ter medo do que pensas, mas dificilmente estás propenso a respeitar teu pensamento. Não existem pensamentos vãos. Todo pensamento produz forma em algum nível.” (UCEM-T-2.VI.9)

sábado, 1 de novembro de 2014

Las Olas Son el Océano

 - Entrevista que hace Renate McNay a Jeff Foster, Enero 22, 2013 - 2/3

Renate:  Sí, está muy bien. Por eso traté de encontrar un espacio para poderte hacer una pregunta. Entonces, lo que realmente me gusta es… cualquier cosa que llegue a tu vida, cualquier ola que venga a tu vida ya la has permitido. De lo contrario no estaría aquí. Creo que de alguna manera este es el mensaje de tu enseñanza.

Jeff:  Esta es la esencia. Esto es todo. Aquí es hacia donde se dirige. Empiezas a darte cuenta de esas olas, pensamientos, sensaciones, sentimientos, incluso olas bastante fuertes de dolor, olas intensas de confusión, olas intensas de miedo. Como océano, como consciencia, hay el espacio suficiente en ti para todo eso. Siempre ha habido espacio suficiente en ti. Si no hubiera suficiente espacio - y esto es sólo una forma de hablar de esto - si no hubiera el espacio suficiente para esa ola, si no hubiera suficiente espacio para el dolor, el dolor no estaría ahí. Si no hubiera suficiente espacio para el miedo, el miedo no estaría ahí. Así que el simple hecho de que una ola esté presente sugiere que en cierto sentido tú ya la estás aceptando. En cierto sentido, ya la estás aceptando como el océano que eres. Esta ola es un movimiento del océano como consciencia. Esta ola, esta tristeza, este miedo, es realmente el océano, sólo que con un disfraz. Es solamente la consciencia vestida de duda. Entonces, este es el punto central del que hablo. Porque podrías decir que en un nivel más profundo, el océano acepta a cada una de sus olas. Y no estoy diciendo que el océano decida permitir esas olas, o elija permitirlas. No es que el océano se despierte por la mañana y se diga a sí mismo: “De acuerdo, voy a aceptar todas mis olas”. En cierto sentido, el océano no puede elegir porque el océano es todas sus olas. El océano es todas sus olas, no hay separación. A eso es a lo que me refiero cuando utilizo la palabra “aceptación”.

Renate:  Esa es la profunda aceptación.

Jeff:  Por lo tanto, lo que uno hace no es aceptación, esta es la clave, esta es la clave fundamental porque a menudo, cuando utilizamos la palabra aceptación, lo que pensamos es: “De acuerdo, de acuerdo, necesito aceptar. Necesito aceptar este momento. Necesito aceptar este dolor. Necesito aceptar estos pensamientos. Necesito aceptar este miedo. Necesito aceptar… esta duda.” Entonces, la aceptación se convierte en nuestro proyecto y, años atrás, eso era lo que yo estaba tratando de hacer todo el tiempo. Estaba tratando, con mucho esfuerzo, de aceptarme a mí mismo. Estaba esforzándome por aceptar el dolor. Me esforzaba por aceptar la confusión, la duda. Porque secretamente pensaba que si pudiera aceptar ese dolor, éste desaparecería. Así que, ahora me doy cuenta que eso no era aceptación, era más bien, “Me voy a desembarazar de esto utilizando la aceptación.” Realmente se trataba de un rechazo… vestido de aceptación, y yo quería ser este maravilloso ser humano que aceptaba todo. Yo creía que eso era la iluminación, me estaba queriendo convertir en el perfecto aceptador Jeff.

Renate:  El iluminado… 

Jeff:  El iluminado, sí, el perfecto iluminado, porque eso era lo que yo creía. Yo tenía todas esas fantasías acerca de la gente iluminada. Que se sentaban en la cima de una montaña en estado de perfecta felicidad y aceptaban perfectamente cualquier cosa que llegara a suceder. Que aceptaban todo y si llegaba alguien con un cuchillo y se lo clavaban en el estómago… “Oh, lo acepto, está bien”, esa era mi fantasía de aceptación Esa era mi versión mental de aceptación.
Renate:  Entonces, Jeff, ¿Qué es la verdadera aceptación?

Jeff:  Es aquello que eres. No es lo que haces. No es algo que puedas hacer. Es lo que ya eres. 
Renate:  Digamos que tengo un ataque de ansiedad… acerca de algo. ¿Qué hago con eso? ¿No hago nada…? 

Jeff:  (Risas) Bueno, esto es interesante, esto podría convertirse en una nueva táctica, ¿ves?… y esto era lo que yo no estaba dejando claro en mi primer libro hace años, porque solía decir cosas como: “No hay nada que hacer. No hay nada que pueda hacerse.” Pero me di cuenta que lo que estaba sucediendo con la gente era que estaban tomando eso como su como su nueva práctica espiritual. Decían, “De acuerdo, voy a tratar de no hacer nada”, pero en secreto deseaban cierto resultado de todo eso. “De acuerdo, voy a quedarme sentado aquí, hay mucho dolor, pero no voy a hacer nada”. Y en secreto se daba un especie de regateo, “Bueno, si no hago nada, tal vez llegue a iluminarme. Si no hago nada tal vez todo esto desaparezca”. Es interesante que digas esto, incluso hacer nada se puede convertir en una nueva cosa, en un nuevo que hacer.

Así que de lo que estoy hablando va mucho más allá de todo eso. Va más allá de hacer o no hacer, de aceptar o no aceptar. Estoy hablando acerca de esa aceptación que, en cierto sentido, es previa a ti. Entonces… podrías decir que en un nivel más profundo, como yo estaba diciendo, el océano acepta todas sus olas, permite cada una de sus olas. No porque elija aceptarlas, sino porque el océano es esas olas. Cualquier ola que surja, cualquier pensamiento, cualquier sensación, cualquier sentimiento podría decirse que ya ha sido aceptada por el océano, porque ya es el océano. Esa es la aceptación. Es el “ser” de todas las cosas. Este es el asunto, en el momento en que aparece una ola, un pensamiento, una sensación, un sentimiento, incluso un sentido de ansiedad o confusión, o frustración… para el momento en que la ola aparece, ya ha sido aceptada. Ya es una expresión de la consciencia… es su aparición, tal y como aparece, es la consciencia apareciendo, es el océano apareciendo. Así que su aparición es su aceptación. Esta fue para mí la clave y es algo…

Renate:  Eso está muy bien. Su aparición…

Jeff:  …es aceptación. Aparición es aceptación.

Renate:  Muy bien. Sí.

Jeff:  Cada ola que aparece, cada pensamiento, cada sensación, cada… cualquier cosa que pudiera aparecer en tu experiencia es una expresión de la consciencia, es una expresión del océano. No hay ninguna ola que pudiera aparecer que no fuera el océano. No hay ninguna ola que se encuentre fuera del océano. No hay ninguna ola que esté en contra del océano. Ninguna ola, ningún pensamiento, sensación, sentimiento, está en contra de la consciencia o como quieras llamarle. Es el océano que aparece como ese sentido de que todo lo que aparece como aparece… ya ha sido aceptado. Es sólo debido a que ya está permitido, es sólo porque ya ha sido aceptado, que aparece.

Renate:  Pero entonces mi reacción hacia aquello también está permitida.

Jeff:  ¡Aja! Sabes perfectamente que así es. Esto es lo que confunde a tanta gente de la palabra “aceptación” y la razón por la cual he querido utilizar la palabra de una forma diferente. Lo llamo “profunda aceptación”. Porque a menudo lo que sucede es que tratamos de aceptar por ejemplo un pensamiento, una sensación, un sentimiento. Tratamos de aceptar una ola de dolor. Nos esforzamos mucho para aceptarla y normalmente con lo que nos encontramos es que no podemos hacerlo. Nos sentimos incapaces de aceptar este momento. A veces, el momento se siente simplemente inaceptable, especialmente cuando el dolor es demasiado fuerte, o cuando la pena es sumamente intensa… por mucho que tratemos, por muy buenas intenciones que tengamos, a veces nos sentimos incapaces de aceptar el momento, de permitir ese momento. Nos sentimos incapaces de decir, “Sí” al momento. Nos sentimos incapaces de estar presentes. Nos sentimos incapaces de mantenernos en el ahora. O de cumplir toda esa lista de cosas que se supone debemos hacer como estar en el ahora, estar presentes, estar conscientes, es decir, tenemos nuestras listas (risas)

Renate:  Vas revisando tu lista.

Jeff:  Sí, vas revisando, sí, estoy en el ahora, estoy presente, estoy consciente, estoy diciendo Sí, estoy aceptando… entonces se convierte en una nueva forma de …

Renate:  Mantra.

Jeff:  …Mantra, sí, una nueva forma de búsqueda, una nueva expectativa, un nuevo “algo” que intentar y tratar de cumplir. Pero la verdad es, y seamos honestos acerca de nuestra experiencia, que a veces sentimos como si no pudiéramos vivir a la altura… cualquiera que sean nuestros estándares. Se supone que yo esté en el ahora, se supone que debo estar presente, se supone que debo ser consciente, se supone que… debo estar alegre por este momento, se supone que debo hacer todas esas cosas, toda esa lista de cosas que supuestamente debemos cumplir. Especialmente si hemos sido buscadores espirituales por mucho tiempo, tenemos grandes listas de… lo que nuestra experiencia debería de ser.

Renate:  Sí, todo eso que tenemos que lograr…

Jeff:  …cosas que debemos lograr, sí. Y tenemos una imagen acerca de cómo debería ser este momento. Entonces lo que pasa es que tratamos de permitir este momento, tratamos de decirle que sí, tratamos de aceptarlo. Y la realidad en el momento - aquello que estamos enfrentando - es nuestra propia falta de habilidad para aceptarlo, nos enfrentamos a nuestra resistencia. Y entonces, rápidamente entramos en una historia de, “fallé. Fallé a la hora de aceptar. Esta resistencia no debería estar aquí.” Este era el tipo de círculo vicioso en el que me enganchaba hace muchos años. Siempre tratando de aceptar, sólo para darme cuenta que en mi experiencia presente había resistencia y después decía, “esta resistencia no debería estar aquí”. Después trataba de desembarazarme de esa resistencia y se repetía el ciclo, era como estar resistiéndome a la resistencia. Porque yo tenía esa imagen de que sólo debía haber aceptación, que no debía haber resistencia, así que la aceptación se convirtió en una nueva forma de simplemente castigarme porque no aceptaba lo suficiente. Porque siempre pensé que tenía que ser el que aceptaba. Jeff tenía que ser ese que lo aceptaba todo. Así que esa aceptación de la que yo hablo - la puedes llamar perdón en cierto modo - me gusta la palabra perdón. Creo que este es el verdadero significado de la palabra perdón. 

Renate:  Se me ocurre también la palabra “gracia”.

Jeff:  Gracia también, sí. Pero en realidad, en el momento, aquello que eres, como este océano inmenso e ilimitado, ya está diciendo sí a este momento. Y de nuevo, todo esto son sólo metáforas, es sólo poesía, en cierto modo. Todo esto es tan difícil de explicar, es decir, es imposible ponerlo en palabras. A veces le digo a la gente que se tienen que convertir en poetas cuando se habla de este tipo de cosas porque no se trata de algo lógico. Es algo que no tiene sentido para la mente, sino que es el corazón realmente el que habla. Y el corazón habla con poesía.

Renate:  Bueno, tengo que decirte que esto fue lo que encontré al leer tu libro y al escuchar los CDs, en mi experiencia, ha sido algo desde el corazón. Es como si toda tu enseñanza y tus primeros dos libros… realmente me llegaron al corazón, al corazón..

Jeff:  Bueno, pienso que es demasiado cansado tratar de mantener eso. Se vuelve muy exhausto. Todo el conocimiento intelectual del mundo… Es decir, es hermoso, creo que la mente es algo sumamente hermoso, sin embargo, debe saber cuál es su lugar, hay ciertos límites, es inherentemente limitada, a diferencia del corazón. El corazón no tiene  límites. Y de lo que realmente estamos hablando es del amor, del amor. Porque para mí, el amor es sólo otra palabra para este espacio completamente abierto que tú eres, esta capacidad que eres. Como el océano, tú eres esa capacidad ilimitada para todo lo que incluye la vida, para cada pensamiento, cada sensación, cada sentimiento. Así que puedes admitir cualquier cosa, ya estás admitiendo todo en este preciso momento. Entonces, en el momento… surge una ola de dolor y eso que eres ya lo está admitiendo… ya está diciendo sí a eso. Pero lo que también puede estar surgiendo en la experiencia presente es un sentido de resistencia, un sentido de frustración, un sentido de no querer que este momento sea como es y este es el gran descubrimiento.  Eso que eres es tan vasto que incluso puede admitir eso, la resistencia, una fuerte ola de resistencia, esa resistencia es uno de tus hijos. Esto es amor incondicional. Esto es realmente de lo que estamos hablando. Es como si lo que fueras dice sí a todo eso. Eso no tiene ni que buscar la forma de hacerlo, es como una madre que abraza a todos sus hijos sin importan cómo luzcan. Si nacieron deformes, o sin importar cómo se sientan, ya sea que se sientan enojados, felices, tristes, esta madre siempre acepta a sus hijos. Dice, “todos son hijos míos, todos son de mi carne y sangre. Puedo no estar siempre de acuerdo con ustedes, no siempre podré perdonar aquello que hacen pero siempre estoy aquí para ustedes.” Y esto es realmente lo que eres. Siempre está a la mano… siempre está presente, admitiendo cada pensamiento conforme surge y desaparece, cada sentimiento conforme llega y se va, incluso cada resistencia. Hay espacio suficiente en ti para todo eso, entonces, esto te saca de toda esa historia de “Oh, tengo que ser una persona que sabe aceptar. O, no debería ser una persona que se resista.” Esto realmente te libera de toda la historia acerca de ser algo fijo… siempre… lo siento, sólo termino con esto que estoy diciendo, porque sé que quieres decir algo, sólo déjame terminar…

Renate:  Ya levanté mi dedo (risas)

Jeff:  Síguelo levantando… sólo quiero terminar la idea porque empezamos con la pregunta de ¿quién eres? ¿Quién soy? Y la mente quiere contestar y es ahí en donde empiezan todos los problemas, porque no es algo que la mente tenga que responder. Entonces la mente trata de contestar la pregunta ¿Quién soy? Y ella dice: “Bueno, soy esto, soy lo otro, soy bueno, soy malo, estoy en lo correcto, estoy equivocado. Soy una persona que acepta, no soy una persona que acepta, ya estoy iluminado.” Relata la historia de una persona. Se sale de la intimidad de la experiencia presente y relata el cuento de yo soy esta persona, yo soy esa-persona y lo que estoy sugiriendo es que se salga uno completamente de esa historia de que eres tal o cual persona. Porque como océano, tú eres todo eso. Una ola de alegría puede surgir y disolverse en ti. Una ola de tristeza puede surgir y disolverse en ti. Y eso es lo que eres, tú eres la capacidad para todo ello. La mente dice: “¡Pero, es que eso no se me hace lógico! ¿soy una persona alegre o soy una persona triste?” como si tuviera que ser lo uno o lo otro. Sólo quiere limitarte. Te das cuenta que quiere limitarte pero como océano, tú no limitas a tus hijos. No les dices a tus hijos: “De acuerdo, estos niños son bienvenidos, pero estos otros no. Los positivos son admitidos pero los negativos… lo siento ustedes no pueden estar aquí.” Simplemente dice: “¡Vengan, todos ustedes!”

(Traducido por Tarsila Murguía)

http://presenciaconsciente.tumblr.com/post/101377010782/las-olas-son-el-oceano-2-3

domingo, 26 de outubro de 2014

“Sempre se acredita que a causa do desconforto está do lado de fora. Dessa forma, o sistema de pensamento conflitante é mantido intacto do lado de dentro. Quando a mente decide que a razão para o conflito está do lado de fora, no mundo, ou em um corpo físico separado, o conflito é protegido através da projeção. Você ainda mantém a crença conflitante na mente, mas pensa que a causa está no mundo. Isso significa que você não pode resolvê-la. A crença no conflito está agora baseada em “fatos” externos que você decidiu perceber. Eles são as testemunhas do que você quer que seja a verdade. Ao preço de se sentir certo, você perdeu a consciência do que é o problema. Apenas nessa situação imaginária o conflito pode parecer real. Sua mente está dividida, e você está lutando consigo mesmo. Como poderia tomar a decisão certa em um estado de conflito?”

– Trecho do livro CURE-SE ATRAVÉS DA PAZ – P. K. NESBIT (tradutor de UCEM para o idioma tcheco)

sexta-feira, 10 de outubro de 2014

"¡ELLOS SIMPLEMENTE NO ME ENTIENDEN!"

Te encuentras en un extraño y valiente camino, amigo. Y a veces, la gente más cercana y querida (tu familia, pareja, amigos, compañeros de trabajo) no te entienden, o incluso te rechazan abiertamente a ti y a tu camino. ¿Cómo responder a eso? ¿Cómo encontrar la paz, sin importar si ellos cambian o no, y a pesar de su falta de aceptación? He aquí algunas ideas que podrían ayudar.

- Cuando estés hablando con ellos, recuerda respirar. Esto es muy importante. Conéctate contigo mismo. Recuerda tu Presencia, aquí y ahora. Siente tus pies en el suelo, el aire en tus pulmones, todas las sensaciones que hay en tu cuerpo. Tú estás aquí. Aquí y ahora es el único lugar que importa, el único punto que puedes llegar conocer. No te precipites hacia el pasado o el futuro, hacia la culpa o el miedo - sé aquí, contigo mismo, con ellos. Quizás no haya ningún mañana - el hoy es algo precioso.
- Recuerda, hoy no hay ninguna urgencia. Ellos podrán cambiar o no sus puntos de vista. Ciertamente no tienen que cambiar el día de hoy. Hoy es un día para escuchar, para mantenerte muy cerca de ti, para abrazar tu propio dolor, para tratar de comprender su dolor, sin necesidad de arreglarlos o aliviarlos. Recuerda, tú no has causado su dolor, y ellos tampoco han causado el tuyo. Sus propias opiniones, juicios, historias, percepciones, han causado su dolor. Tú no estás recorriendo tu camino con el fin de lastimarlos - tú tienes que recorrer tu camino. Si ahora dicen cosas que te suenan falsas, no te apresures a corregirlos o a decirles que están en un error. Sigue escuchando, más allá de todas las ideas de falso y cierto. Deja que expresen su sufrimiento, su perspectiva acerca del mundo. Más tarde habrá tiempo suficiente para que cuestionen sus conclusiones acerca de ti, y exploren cómo fue que llegaron a ellas.
- Trata de entender el miedo que tienen ahora - miedo a perderte, miedo por tu seguridad, por tu salud, por tu cordura. Quizás tu recién encontrada libertad, tu nueva perspectiva, esté sacando a relucir su propia inseguridad, su propio miedo al cambio, su auto-infligida miseria. Más que enfocarse en ellos mismos y explorar su propio dolor, te están juzgando a ti para obtener alivio. No se trata de nada personal.
- Acepta su falta de aceptación hoy; ésta no puede afectar tu camino, de ninguna manera. Puedes descansar en el hecho de que vas a recorrer tu camino, de cualquier forma, independientemente de lo que ellos piensen. Ellos no tienen ningún poder sobre ti. Pero puedes sentir su tristeza e intentar entenderlos. Tú les puedes ayudar a explorar. Tu forma de escuchar, tu entendimiento, el no ser reactivo, tu simple presencia puede ser sumamente sanadora y ayudar a disipar muchos de sus temores.
- No ignores nada que esté vivo en ti. No finjas sentirte bien si no te sientes bien. Reconoce tu propio dolor, tu tristeza, tu frustración, tu decepción, tu soledad, incluso tu ira. Pero no los culpes a ellos, no se los eches en cara. Cuando culpas, te conviertes en víctima. Cuando lastimas a los demás, te lastimas a ti mismo. Recuerda, ellos son tan humanos como tú, y en el fondo, todos queremos lo mismo, incluso si no parece evidente.
- No te enfoques en lo que no son, ni los compares con lo que podrían o deberían ser - esto sólo generará decepción y resentimiento. Conéctate con lo que son, y con cómo se encuentran justo ahora. Comprende que tal vez ellos no sean capaces de comprender en este momento. Ayúdalos a comprender tanto como sea posible; comparte cómo te sientes, honra cómo se sienten ellos con su propio entender. No te disculpes por tu realidad, pero tampoco intentes 'convertirlos'. Simplemente comparte tu verdad, y suelta la necesidad de saber qué pasará enseguida.
Cosas maravillosas suceden cuando prescindimos de la necesidad de que nos entiendan, y cuando comenzamos a entendernos a nosotros mismos, exactamente en el punto donde nos encontramos.
- Jeff Foster

sábado, 7 de junho de 2014

POSSO ESCOLHER SENTIR RAIVA, OU NÃO SENTIR.

POSSO ESCOLHER SENTIR RAIVA, OU NÃO SENTIR.

Quando nos irritamos com o comportamento dos outros, com as situações que parecem nos afetar, precisamos lembrar que, a raiva não se refere ao fato que possa estar aparentemente presente diante de nós.

Mas, como se dá isso então? - O ponto curativo, é o treino que nos leva a reconhecer e aceitar que, olhando a partir de uma frequência mais alta, podemos saber que, o que está diante de nós, não tem poder de nos afetar, mas, de alguma forma nos impomos a afetação, porque mantemos no inconsciente, uma culpa imaginária, e, por isso escolhemos nos identificar com a situação, para atingirmos o propósito de nos machucar, como penitencia pela culpa que adotamos como real.

Então dizemos que algo nos irritou, nos ofendeu, nos magoou, no entanto sabemos que nada lá fora tem o poder de nos ferir; mas viciados no papel de vítimas, repetimos adormecidamente essas reações, porque mantemos ainda viva, a crença no sacrifício, e, na cruz como forma de punição, para tentarmos alcançar o Céu.

SOMOS O FILHO SANTO E PERFEITO DE DEUS, E O CÉU É NOSSO DIREITO, portanto, acreditar que podemos ser ofendidos, significa que precisamos esquecer o que, ensinamos a nós mesmos, a nosso respeito, para lembrar-nos, do que Deus realmente pensa de nós, e, de sua herança legal. -"Emilia Oliveira".

sábado, 26 de abril de 2014

Cómo Perdonar

No tuviste otra opción. Y tampoco ellos. 

Perdón instantáneo, cuando estés listo. 

Debido a todo aquello por lo que estabas pasando, cómo te sentías en ese momento, los pensamientos que pasaban por tu mente, lo que creías en ese momento, los lentes a través de los cuales veías el mundo, el miedo y el dolor que estabas tratando de resolver; debido a las heridas que no habían sanado aún, las visiones que aún no te llegaban, la información que te hacía falta en ese momento, los horizontes que aún no se aclaraban… no tuviste otra opción que actuar como actuaste, decir lo que dijiste, hacer lo que hiciste, elegir lo que elegiste, y ellos tampoco. Todos hicieron lo mejor que pudieron, de acuerdo a lo que pensaban que eran en ese momento. Es sólo en retrospectiva que pareció que había otra elección, y eso es lo que nos vuelve locos.

No se trata de aprobar lo que pasó, por supuesto, o encontrar excusas, ni tampoco debe ser utilizado para justificar cualquier tipo de violencia que haya surgido. Esta reflexión está dedicada únicamente al verdadero perdón, en el aquí y el ahora, a la posibilidad de dejar ir y seguir adelante, de salir de la limitada y dolorosa creencia de que el pasado pudo haber sido diferente, y re-dirigirnos al sitio en donde el verdadero cambio y la reconciliación puede darse, en tu sitio de verdadero poder: el momento presente, inmediato, vivo y completo en sí mismo, independientemente de lo que haya sucedido en el pasado.

Y si no puedes perdonar en este momento, si no eres capaz de escuchar este mensaje ahora, si tu alineación parece imposible, también estás perdonado. Honra el sitio en donde te encuentras, amigo. Honra el sitio en donde te encuentras. Estás haciendo lo mejor que puedes.

Jeff Foster